Me preguntaba un alumno el otro día, si nuestro título de máster vale para algo… Durante mucho rato, y antes incluso de que viniera a estudiar con nosotros, le explicaba (en este caso, sigo sin saber si con mucho o poco éxito) que AEI es… diferente. Lo que vale realmente de nuestro máster, es que tu empresa esté funcionando. Que te dé de comer. Que te mantenga. Y además, tienes un papel que dice que eres máster…
Yo soy Antiguo Alumno de una de las más prestigiosas escuelas de negocio del mundo. Durante años ha sido (imagino que sigue siendo) la #1 de España y ha estado en el ranking de las 3 mejores escuelas del mundo. Desde luego, por precio es la más cara, o de las más caras. Y era de cuando ni había tantas escuelas como ahora, ni tantos rankings… pero bueno, sea como fuere, la escuela donde yo hice mi MBA la conoce todo el mundo. ¿Vale para algo mi título? Yo, con la mano en el corazón, puedo asegurar que no me ha abierto ninguna puerta. No me ha dado ningún trabajo. No me han pagado ni un euro por ese título, etc. ¿Entonces, vale para algo el papel? Honestamente, creo que no. Hace 20 años, cuando yo estudié el MBA, o lo hacías allí, o en USA, o en la otra escuela de esta categoría que había en España (en la que por cierto, no me aceptaron). No había más opciones. Lo que valía, lo que vale de esa escuela, es la gente que puedes conocer. Los contactos. El networking. Porque, si efectivamente tienes mucha suerte, puedes compartir pupitre con el hijo de un Emir, o de un gran empresario, o… con gente muy influyente. Ahora bien, necesitas tus habilidades para “hacerte amigo” y que ese contacto, pase a ser una persona de confianza con la que puedas hacer algo. El papel, por tanto, no vale nada. Valen los contactos que puedes hacer. Y ahí puedes tener mejor o peor suerte con tus compañeros de clase.
En AEI Business School, seguro que de momento no vienen esos ricos. Creen que no nos necesitan para crear su empresa, y desde luego no nos movemos en esa liga, como para que puedan encontrarnos. Qué si hacemos en AEI, te enseñamos a moverte, te ofrecemos buenos contactos para iniciar, alimentamos tu “gusanillo” del emprendimiento, te ayudamos a levantarte cada vez que te caes… pero tu negocio es tuyo, tu esfuerzo es tuyo, tu éxito es tuyo… cuando lo consigues, nos alegramos contigo y es lo que vale del máster. El papel… de momento no. Ahora bien, ¿tu haces el master por el papel o por aprender?
